Este es un comentario al artículo del blog del FMI: Reducir la desigualdad para generar oportunidades
El post no sustenta cómo es que «la desigualdad se ha convertido en uno de los problemas más complejos y desconcertantes de la economía mundial». Por qué es un problema? Solamente es un problema cuando tal desigualdad es producto de colusión entre el Estado y empresarios corruptos, violando el principio de igualdad ante la ley. No tiene que ser un problema cuando la desigualdad es producto del funcionamiento del sistema de mercado respetando las leyes, ya que la acumulación es necesaria para que existan empresas con economías de escala capaces de servir mercados más amplios. No abordar esta «pequeña diferencia» es una grave carencia que lleva a conclusiones equivocadas.
Pero además, el problema central es la pobreza. La «Desigualdad de oportunidades» existe porque existen pobres y ricos. Para igualar las oportunidades de los pobres a las oportunidades de los ricos la tarea es sacarlos de la pobreza y volverlos ricos. Cómo?
Parece que la estrategia del FMI para lograrlo es como declara? «Una de las piedras angulares de la manera en que abordamos las cuestiones relacionadas con la inclusión económica es nuestra estrategia de gasto social.» Y está bien, tal vez puede funcionar en los países ricos, con algunas reservas, que tienen generosos ingresos fiscales o capacidad de endeudamiento, pero esa receta no es válida para los magros presupuestos de los países pobres a menos que los resultados se esperen en muchas décadas. Esto lo confirma el artículo citado sobre tributación progresiva: «Una conclusión importante es que algunas economías avanzadas pueden aumentar la progresividad sin perjudicar el crecimiento, siempre que la progresividad no sea excesiva.»
Entonces, cuál es la propuesta para el resto de países del mundo que no pueden generar más ingresos fiscales de lo que ya generan?
El FMI está fallando en su misión. Para los países pobres, no se puede reducir la desigualdad de ingresos o riqueza si no se reduce la pobreza. La solución para estos países no está en reducir los ingresos o la riqueza de los ricos y redistribuirla. Lo dicho en el párrafo anterior lo evidencia.
Reducir la pobreza pasa por eliminar la corrupción en el sector público y privado. El otro artículo citado sobre corrupción aborda el asunto. Un informe del BID detalla el drenaje de recursos causado por la colusión entre políticos y funcionarios corruptos con empresarios corruptos en América Latina, pero en su esencia es válido para otra gran cantidad de países en desarrollo. Hay que estar claros de que es la corrupción en los países con «capitalismo de compinches» la que estanca el desarrollo económico, impide el mejoramiento del ingreso en los pobres y a veces los hunde más en la pobreza, ya que no solamente dilapida los ingresos fiscales, si no que también aumenta los precios para generar ganancias en empresas ineficientes y protegidas, impide la competencia justa en el mercado, impide la inversión y la innovación, y produce una desigualdad de ingresos y riqueza ilegítimas.
En eso es lo que el FMI debería enfocarse si es que verdaderamente quiere cumplir un papel relevante para los países en desarrollo, reducir la pobreza y el tipo de desigualdad que sí es un problema: aquella basada en la corrupción.
Para ampliación sobre la argumentación ver mi blog: Desigualdad y crecimiento económico
Mayo, 2020