Cuando de un día para otro el Estado decide que el dinero que ganas o recibes para comprar o pagar tus deudas vale menos que ayer, simplemente te está confiscando parte de tu dinero.
La devaluación de la moneda nacional respecto al dólar de los Estados Unidos de América, que es la moneda de referencia utilizada por el Banco Central de Nicaragua para realizar la devaluación programada de 5% anual que tenemos actualmente, reduce el poder de compra de los salarios en córdobas y aumenta todos los precios de bienes y servicios no indexados al dólar.
La devaluación encarece las importaciones y abarata las exportaciones para los compradores.
Los importadores tienen que pagar más córdobas por dólar para adquirir productos importados. Los aumentos de precios de bienes de consumo importados se trasladan inmediatamente a los consumidores. Los aumentos de precios en bienes intermedios (materias primas, envases, empaques y otros insumos) también se trasladan al consumidor en tiempo diferido. Igual los bienes de capital (maquinarias, equipos, etc.), ya que implica aplicar a los mismos una depreciación mayor. La devaluación puede entonces influir en una reducción de las importaciones, vía menor demanda.
Por el contrario, los exportadores reciben más córdobas por los dólares que reciben al exportar. Al devaluarse la moneda, los bienes y servicios exportados resultan más baratos para los compradores del exterior y esto puede influir en que éstos compren más productos nacionales.
La devaluación aumenta las deudas pactadas en moneda extranjera
Por otra parte, las deudas en dólares y las que tienen mantenimiento de valor tienen un aumento en córdobas. Igual pasa con los alquileres y otros servicios pactados en dólares. La devaluación significa pagar más córdobas por la misma cantidad de dólares. De modo que para todos aquellos que reciben salarios e ingresos en córdobas, equivale a un nuevo impuesto y a una reducción del salario o ingreso real.
En resumen, la devaluación beneficia a quienes poseen dólares ahorrados, a los que reciben ingresos en dólares y a los acreedores de préstamos en dólares o con mantenimiento del valor y perjudica a quienes poseen ahorros en córdobas sin mantenimiento del valor, a los que reciben salarios e ingresos en córdobas no indexados y a los que tienen deudas en córdobas sin mantenimiento de valor.
Adicionalmente, la devaluación tiene un efecto en el aumento del nivel de precios en toda la economía, pues los aumentos de precios en las importaciones se difunden hacia el resto de bienes y servicios. Uno de los precios que tienen mayor poder de difusión son los combustibles, por ser totalmente importados.
La devaluación que se efectúa actualmente es casi imperceptible en el corto plazo, ya que apenas es de un 5% anual, Sin embargo, una devaluación súbita, por ejemplo de un 10%, asestaría un duro golpe a todos los que antes mencionamos que sufren los efectos negativos. Mayor la devaluación, mayor es el golpe.
En opinión del economista Néstor Avendaño, el córdoba se encuentra sobrevaluado respecto al dólar y es la causa del pobre desempeño de las exportaciones, dice: “En tiempos de recesión económica, como los que vive Nicaragua desde el tercer trimestre de 2018, la teoría macroeconómica enseña que la política fiscal debe ser expansiva, es decir, impulsora de la demanda agregada, o sea, facilitar el aumento del consumo y de la inversión de los sectores privado y público, y también el de las exportaciones de bienes y servicios, que desde hace décadas sólo reciben estímulos tributarios al carecer de estímulos cambiarios por el alto porcentaje de sobrevaluación del córdoba que explica el elevado déficit comercial del país con el resto del mundo, muy cercano al 20% del producto interno bruto (PIB) en tiempos económicos normales.” La propuesta gubernamental de la política fiscal de 2020
En términos generales, una devaluación mayor a la programada que ya tenemos, tendría un mínimo efecto en el aumento de exportaciones, dadas las características de la canasta de bienes exportados. Lo que se requiere para aumentar las exportaciones es nuevas inversiones en el sector exportador, no una devaluación del córdoba. Por otro lado, una devaluación no produce per se un efecto expansivo en la demanda agregada, ya que los salarios no dolarizados, que son la inmensa mayoría, reducen su poder de compra al aumentar los precios de todos los bienes y servicios importados, de los nacionales que incluyen componente importado y de muchos servicios que están dolarizados. También reducen su poder de compra al aumentar el monto en córdobas de las deudas pactadas en dólares y con mantenimiento de valor. Resultado: el efecto es al contrario, contrayendo la demanda agregada.
Solamente hay que fijarse a quiénes beneficia y a quiénes perjudica una devaluación, lo que queda dicho anteriormente. Pocos son los beneficiados y demasiados los perjudicados.